2021.09.19 | Servant Leadership
“Servant Leadership”
Mark 9:30-37
Nadia Tavera
Eden United Church of Christ
Hayward, CA
Good morning church. In today scripture, Jesus educates the disciples in the διακονία, that is the Greek word translated as service in our Bibles. Unlike Matthew and Luke, the Gospel of Mark presents Jesus as the servant-Messiah.
Jesus had completed his public ministry in and around Galilee. As he had been doing for several months, Jesus continued to focus his teachings ministry to the twelve and preparing them for his death. He explains to them that he is heading to Jerusalem, where he will be betrayed, condemned to death, executed, and after three days, he will rise again. This is the second of three times that Jesus explained this, and his disciples fail to understand.
It was difficult for the twelve to believe that the Messiah was on his way to suffering and death. They had seen all the miracles performed by the master, healings, resurrection of the dead, cast out evil spirits, even the transfiguration of Jesus. They had seen the Glory of God among them. There was nothing to be worried about. They might have felt they were in a privileged position as friends of Jesus. These twelve felt the desire to be acclaimed and followed by many people like Jesus was.
The point is that the prediction of Jesus' death was less important than arguing who was the greatest among them.
Not surprisingly, we discover that this group of uncomprehending-afraid to ask has fallen into arguing about who will have the most glory and honor.
The question here is, why the disciples wanted to feel superior, more worthy, and more important than others? This is not the unique story of the apostles grappling with arrogance. The truth is that all human beings at some point struggle with arrogance.
One of my favorite passages is in Philippians 2, this text is known as κένωσις, kenosis, the act of emptying. In this letter, the apostle Paul wrote to the church in Philippi that Jesus emptied himself by taking the form of a servant, born in men's likeness.
In the passage of Mark, Jesus called himself the Son of man knew that he was and is the Son of God sent in human form to fulfill a divine purpose. In our text, the Messiah is teaching his disciples what the true service is. He blessed many people without expecting anything in return. No glory, no applause, sometimes he not even received a thank you.
Jesus affirms: Anyone who wants to be first must be the very last and the servant of all. For even the Son of Man did not come to be served, but to serve and give his life as a ransom for many. [1]
Through this teaching, Jesus showed his disciples that serving others implies building horizontal relationships by dignifying each other in a humble spirit.
Dear friends, the Son of God is the perfect example of diakonia. Christian service requires to acknowledge that before God, there is no rule to measure who is better. We all are stewards of the grace of God. Faithful service emerges from a grateful heart that doesn't require praise or glory.
May God grace abound in everything we do and may his kingdom be established in our community.
Español
Buenos días iglesia, en la escritura de hoy Jesús instruye a los discípulos en la διακονία, que es la palabra griega traducida como servicio en nuestras Biblias. A diferencia de Mateo y Lucas, el Evangelio de Marcos presenta a Jesús como el siervo-Mesías. Jesús había completado su ministerio público en Galilea y sus alrededores. Como lo había estado haciendo durante varios meses, Jesús continuó enfocando su ministerio de enseñanzas a los doce y preparándolos para su muerte. allí, les explica a sus discípulos que se dirigen a Jerusalén, donde será traicionado, condenado a muerte, ejecutado y, después de tres días, resucitará. Esta es la segunda de tres veces que sus discípulos no comprenden. Era difícil para los doce creer que el Mesías estaba en camino de sufrir y morir. Habían visto todos los milagros realizados por el maestro, sanidades, resurrección de muertos, expulsión de espíritus malignos, incluso la transfiguración de Jesús. Los discípulos habían visto que la Dios estaba entre ellos, no había nada de qué preocuparse. Es posible que se hayan sentido en una posición privilegiada como amigos de Jesús. Esperaban ser aclamados y seguidos por muchas personas como Jesús.
El punto es que la predicción de la muerte de Jesús fue menos importante que discutir quién era el más grande entre ellos. Su primera falta de comprensión llevó a la enseñanza de Jesús acerca de ser el primero y el último.
No es de extrañar que descubramos que este grupo de incomprensibles y temerosos de preguntar se ha puesto a discutir sobre quién tendrá la mayor gloria y mayor honor.
La pregunta es, ¿por qué los discípulos querían sentirse superiores, más dignos e importantes que los demás? Esta no es una historia única de los apóstoles luchando contra la arrogancia. La verdad es que todos, el ser humano, en algún momento nos enfrentamos a una lucha contra la soberbia.
Uno de mis pasajes favoritos está en Filipenses 2, este texto se conoce como κένωσις, kenosis, el acto de vaciarse. El apóstol Pablo le escribe a la iglesia de Filipos que Jesús se despojó de sí mismo, tomando la forma de un siervo, naciendo a semejanza de los hombres. Es importante resaltar que en el pasaje de Marcos, Jesús se llamó a sí mismo el Hijo del Hombre sabiendo que era y es el Hijo de Dios enviado en forma humana a cumplir un propósito divino.
En nuestro texto, el Mesías tiene forma humana y esta enseñando a sus discípulos cuál es el verdadero servicio. Cuando Jesus camino en la tierra, bendijo a muchas personas sin esperar nada a cambio. No gloria, no aplausos, a veces ni siquiera recibió un gracias. Jesús afirma que todo el que quiera ser el primero debe ser el último y el servidor de todos. Porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. [1]
A través de esta enseñanza, Jesús mostró a sus discípulos que servir a los demás implica construir relaciones horizontales. dignificándose unos a otros con espíritu humilde.
Queridos amigos, el hijo de Dios es el ejemplo perfecto de diaconía. El servicio cristiano requiere reconocer que ante Dios no somos ni mejores ni peores que los demás, todos somos mayordomos de la gracia de Dios. El verdadero servicio surge de un corazón agradecido que no requiere alabanza ni gloria.
Que la gracia de Dios abunde en todo lo que hacemos y que su reino se establezca en nuestra comunidad.
[1] Mark 10:45 (Marcos 10:45)